La mayor máquina jamás construida por el hombre empezará a funcionar, definitivamente, el próximo mes de noviembre, aunque no lo hará a pleno rendimiento hasta finales de 2010. De hecho, el Large Hadron Collider (LHC) operará durante sus primeros meses de actividad a la mitad de su potencia nominal, en un rango de energía de 7 TeV (teraelectrónvoltios) en lugar de los 14 TeV para los que fue diseñado. Sin embargo, incluso a esos niveles, la máquina tendrá la potencia suficiente, según los físicos, para realizar importantes descubrimientos y desentrañar la existencia de nuevas partículas subatómicas y dimensiones ocultas.
En un reciente comunicado, el CERN, la institución internacional que opera el LHC en la frontera franco-suiza, ha asegurado que no serán necesarias más reparaciones una vez que la máquina se ponga definitivamente en marcha.
Según sus responsables, el gran colisionador funcionará de forma totalmente segura durante este y el próximo año. A más de cien metros de profundidad, y en el interior de un gran anillo circular de 27 km. de largo, las partículas viajarán al 99 por ciento de la velocidad de la luz en ambas direcciones.
En puntos concretos del túnel, bajo los cuatro grandes edificios que albergan los principales experimentos (ATLAS, CMS, ALICE y LHCb), las trayectorias de las partículas (protones) se harán coincidir y se producirán colisiones entre ellas que recrearán lo que sucedió durante los primeros instantes de existencia del Universo.
La gran promesa del LHC es, precisamente, descubrir lo que aún no sabemos sobre la creación del Universo y la estructura más íntima de la materia de la que todos estamos formados.
En septiembre de 2008, y apenas nueve días después de su inauguración oficial, la máquina tuvo que ser desconectada a causa de un fallo eléctrico que provocó una fuga explosiva de helio (el gas que garantiza, a -271 grados, la refrigeración) en uno de los sectores del gran anillo colisionador. Una vez reparado, y con la máquina parada, los técnicos encontraron que el mismo fallo existía también por lo menos en otros ocho puntos del anillo. Por eso las reparaciones han sido más largas de lo que inicialmente estaba previsto.
Para garantizar que no haya más sorpresas desagradables, los responsables del LHC han decidido arrancarlo progresivamente a una potencia muy inferior de la que es capaz, potencia que se irá aumentando durante el próximo año una vez se compruebe que todos los sistemas funcionan sin problemas. “Hemos seleccionado 3,5 teraelectrónvoltios para empezar debido a que permite a los operadores del LHC lograr experiencia sobre el funcionamiento de la máquina”, ha asegurado el director general del CERN Rolf Heuer. “El LHC es una máquina que se comprende ahora mucho mejor que hace un año”, dijo Heuer.
Tal y como explicó a ABC Juan Antonio Fuster, Investigador del experimento ATLAS del LHC y gestor del Área Nacional de Física de Partículas, "un dispositivo como éste no ha existido nunca antes y él mismo es su propio prototipo. Antes de poner un coche en el mercado los fabricantes realizan multitud de pruebas, muchas de ellas incluso destructivas. Obviamente nosotros no podemos hacer lo mismo. En investigación de física de partículas sólo podemos disponer de un acelerador y tenemos que aprender a operarlo, operándolo. Se hace ciencia al investigar, nunca antes".
Por ello, y para estar seguros de que todo funciona correctamente, cuando se ponga en marcha la máquina funcionará "sólo" a 7 TeV (los haces de partículas que viajen en direcciones opuestas tendrán 3,5 TeV de energía cada uno, produciendo colisiones a 7 TeV).
Incluso a esta potencia inicial reducida, el LHC será el acelerador más potente con el que un físico haya trabajado nunca. La máquina que hoy por hoy ostenta el record (El Tevatrón, en el Fermilab de Illinois) es capaz de producir colisiones a 2 TeV.
Fuente: El Blog – Ciencia y Tecnología - Blog ABC.es - José Manuel Nieves
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