El LHC, el nuevo gran acelerador de partículas, ha realizado las primeras colisiones de protones, según ha informado el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) en un comunicado. Primero se han enfocado los haces para generar choques de partículas en el detector Atlas, a continuación se ha repetido la operación en el CMS, y después en los otros dos, alice y LHCb. Los cuatro han registrado el acontecimiento en sus salas de control.
"Es un gran logro el hecho de haber llegado tan lejos en tan poco tiempo", ha comentado el director del CERN, Rolf Heuer. "Pero tenemos que mantener la perspectiva y queda aún mucho por hacer antes de que podamos iniciar el programa de física del LHC".
En sus primeras horas de funcionamiento, el LHC respondió perfectamente, con sus dos haces circulando en sentido opuesto de forma estable. Las operaciones de puesta en marcha comenzaron el pasado viernes tras 14 meses dedicados a la reparación de la grave avería que se produjo el año pasado en la máquina cuando apenas se habían empezado a inyectar los haces y antes de producir ninguna colisión.
La operación del acelerador, enfriado hasta 271 grados centígrados bajo cero, comenzó con la introducción del primer haz, que se fue probando sector por sector, hasta cubrir los ocho que forman la circunferencia, explicó Stephen Myers, responsable de la división de aceleradores del CERN, junto a Ginebra. Luego se hizo lo mismo con el otro haz, en sentido opuesto, y finalmente se introdujeron los dos a la vez. El paso siguiente ha sido hacer las primeras colisiones.
De momento, la máquina, de casi 27 kilómetros de circunferencia, está funcionando a baja energía (450 GeV). "Igual que con un coche nuevo, no lo aceleras al máximo cuando lo estrenas, sino que vas poco a poco", ha señalado Heuer. Una vez realizadas las primeras pruebas, se aumentará la energía del LHC hasta 1.200 GeV por haz, según los expertos. Eso será antes de finales de año, y en 2010 ya se subirá hasta 3,5 TeV por haz.
En cuanto a los primeros datos científicos, habrá que esperar aún unos meses, hasta que el nuevo acelerador haya pasado todos los ensayos y empiece la toma de datos rutinaria con los detectores.
El LHC está instalado en un túnel, a 100 metros de profundidad, en la frontera franco-suiza, y es el acelerador más potente jamás construido. En los puntos de colisiones de los haces, cuatro gigantescos detectores registrarán los efectos de los choques de partículas para explorar las leyes que rigen el funcionamiento de los componentes fundamentales de la materia.
Artículo original: ElPais.com
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