¿Instalarlo o no? Esta es la duda que ha surgido desde el lanzamiento al mercado de Windows 7, un sistema operativo del cual muchos hablan maravillas pero que no está libre de contrariedades.
Es por eso que he decidido presentar algunos pro y contra del nuevo sistema de Microsoft.
Por qué instalar Windows 7:
- No es necesario tener una PC de última generación: al contrario de su predecesor, Windows 7 está en capacidad de funcionar admirablemente incluso en máquinas que salieron al mercado 2 o 3 años antes del debut del sistema operativo.
- Es notablemente más veloz: dejando de lado algunos test comparativos, Windows 7 es apreciablemente más ágil que su predecesor. Se puede notar la diferencia durante el uso diario de la PC.
- Permite decir adiós a XP: gracias a la funcionalidad XP Mode, Windows 7 está en capacidad de garantizar una compatibilidad absoluta también con aplicaciones anteriores diseñadas para XP. Excelente razón para cambiar con convencimiento a Seven.
- Es mas “user-friendly” que Windows Vista: gracias a la nueva taskbar y de funciones como Aero Snap y Aero Shake que rinden el trabajo en la PC más fluido y fácil de manejar. Nada revolucionario, pero se pueden considerar como progresos positivos.
- Más barato que Vista: la diferencia es pequeña, pero los precios de Seven son inferiores respecto a los de su predecesor. La versión Home Premium de Windows 7 tiene un costo menor al que tuvo Vista en su momento.
Por qué no instalar Windows 7:
- No encuentro la revolución: está bien la taskbar y el soporte multi-touch, pero Windows 7 no puede ser considerado como un sistema revolucionario. Como ejemplos se pueden mencionar la ausencia de un nuevo sistema de archivos, el tener todavía que desfragmentar el disco duro, la estructura del registro es casi idéntica, etc.
- Imposible actualizar desde XP a Windows 7: se pueden transferir los documentos desde un sistema a otro, pero la actualización directa es imposible. Esto para muchos fue una movida equivocada por parte de Microsoft hacia todos aquellos usuarios que esperaban con ansias un nuevo sistema operativo para reemplazar al viejo y querido XP. Yo considero que un sistema operativo que nace después de 8 años, necesariamente debe tener cambios radicales de modo que pueda adecuarse a las nuevas tecnologías tanto de hardware como de software y esto impide una actualización directa.
- Caro: antes mencioné que los precios son ligeramente menores a los de Vista, pero aún así son elevados, sobretodo si consideramos el período económico global que estamos viviendo.
- Demasiadas versiones: Starter, Home Basic, Home Premium, Professional, Enterprise y Ultimate. Muchos nombres, un solo sistema. No entendemos la intención de Microsoft de complicar la decisión de los usuarios. Un par de versiones o quizás 3 hubieran sido suficientes.
- Aún es muy pronto: pienso que esta es la razón más importante de todas. Instalar un sistema operativo recién lanzado, aún así se trate del bien comentado Windows 7, representa siempre un riesgo. Problemas de compatibilidad de hardware, ausencia de drivers o software incompatible pueden ser algunos de los problemas que siempre se presentan con un nuevo sistema operativo. Es mejor esperar un poco antes de instalarlo.
Fuente: Extreme Tech
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