La estrella del pop Michael Jackson murió a causa de una dosis letal del poderoso anestésico Propofol suministrada en un cóctel de medicamentos, lo que ha llevado a las autoridades a considerar al doctor Conrad Murray sospechoso de homicidio sin premeditación, según revelaron el lunes documentos judiciales.
Jackson sufrió un paro cardíaco y murió el 25 de junio a los 50 años. Desde entonces, la policía había investigado su muerte centrándose en el uso de medicamentos recetados y el papel de los médicos que lo trataron, incluido su médico personal, Conrad Murray. Éste se encontraba junto a la estrella el día de su muerte.
Los hallazgos, publicados en una orden de allanamiento del domicilio y las oficinas de Murray, revelan un cuadro de una estrella del pop insomne que no podía dormir sin estar fuertemente medicado.
Jackson pedía Propofol - usado habitualmente para sedar a pacientes y anestesiarlos antes de procedimientos como colonoscopías- y la llamaba su "leche".
"El jefe médico examinador del Departamento Forense de Los Ángeles (...) indicó que había revisado los resultados preliminares de toxicología y su evaluación preliminar acerca del motivo de la muerte de Jackson fue que ésta se debió a niveles letales de propofol (diprivan)", según la orden judicial que justificaba el allanamiento de la clínica del Dr. Murray.
El documento fue dado a conocer por la oficina de Distrito del Condado de Harris en Houston, donde Murray tiene sus oficinas, las cuales fueron allanadas por agentes estadounidenses el 22 de julio en busca de evidencias de homicidio no premeditado.
RESPONSABILIDAD DEL MEDICO
En una declaración jurada, el oficial de la policía de Houston E.G. Chance sostuvo que los agentes habían recopilado "elementos que constituían evidencias del cargo de homicidio no premeditado que tienden a revelar que Conrad Murray cometió la ofensa criminal mencionada".
El abogado de Murray, Ed Chernoff, no se ha pronunciado al respecto.
En un comunicado, un representante señaló que la familia Jackson tiene "plena confianza en el proceso legal y elogia los esfuerzos realizados por el forense del condado de Los Ángeles, el fiscal de distrito de Los Ángeles y el Departamento de Policía de la ciudad".
Murray, quien estaba en el dormitorio de Jackson el 25 de junio administrándole medicamentos para dormir, suplió con un amplio espectro de medicamentos al cantante antes de su muerte, incluida una dosis de 25-milígramos de propofol vía intravenosa a las 10:40.
Jackson estaba "muy familiarizado" con el propofol y se refería a él como su "leche", debido a su apariencia lechosa, señalaba la orden.
Murray, quien había estado tratando a Jackson por cerca de seis semanas previas a su deceso, estaba preocupado de que el artista fuera adicto al propofol. Murray estaba tratando de sacarlo del remedio dándole dosis menores, indicaba el texto.
Jason Hymes, un profesor de clínica asistente en la Universidad del Sur de California y que no está asociado al caso, dijo que el medicamento era en realidad un anestésico. "Uno lo administra a alguien y luego les opera (...) el concepto de dar a alguien un anestésico general para problemas del sueño me choca por lo extraño y asombrosamente inapropiado".
En las primeras horas del 25 de junio, Murray también le administró a Jackson dosis de Valium, Ativan y Versed, según señaló el documento.
Jackson se fue a dormir después de que Murray le diera el propofol y Murray se mantuvo a su lado por cerca de 10 minutos y luego se fue "al baño", indicaba la orden.
Murray estuvo fuera de la habitación de Jackson cerca de dos minutos y cuando volvió el artista ya no respiraba, concluye el documento.
Fuente: Europapress.es
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